Makonnelli: Único de Origen
Makonnelli es único en su origen porque se dedica a analizar las tierras, los nutrientes y los frutos de cada región, buscando en ellos los cacaos más finos con trayectoria. Cuidamos su genética al no mezclar granos de diferentes orígenes.
¿Qué quiere decir lo anterior? Que en todos nuestros procesos siempre somos cuidadosos en trabajar con granos de un mismo origen. Por ejemplo, si en la fermentación se están utilizando solamente granos de origen “SUR DEL LAGO”, éstos no se mezclan con otros tipos, porque esto alteraría el sabor y caracte- rísticas propias de cada tipo de cacao de origen.
Por otra parte es importante señalar que actualmente se conocen tres grandes variedades del cacao. El criollo, que proviene de la zona de Centroamérica y el Caribe; el forastero, de origen amazónico pero cultivado ampliamente en países africanos; y el trinitario, considerado un híbrido entre los anteriores. En torno a estos tres tipos se agrupan numerosas familias modernas del cacao.
Una vez que hemos llegado a la producción de nuestros chocolates, Makonnelli tampoco mezcla los orígenes, ya que se utiliza la misma manteca proveniente del primer prensado del licor de cacao. Por eso, nuestros productos transmiten la vivencia de una experiencia única, porque siempre estamos presentes en cada detalle al preservar el origen que va desde la selección del grano hasta la elaboración del chocolate.
Makonnelli cuida que en toda esa cadena no se rompa ningún eslabón de la genética propia de la semilla seleccionada, para así ofrecer un licor de cacao fino y sus mejores derivados.
Noble en su origen y en su historia
El árbol de cacao tiene savia tropical. El inicio de su cultivo se ha localizado en México y en otras zonas de América Central, desde tiempos inmemoriales antes de Cristo. Sin embargo, algunos investigadores han asegurado que los españoles también lo encontraron creciendo de forma natural en bosques a lo largo de los ríos Amazonas y Orinoco y sus afluentes, donde aún hoy existen variedades de la planta de gran valor.
La denominación científica del cacaotero, Theobroma Cacao, significa alimento para los dioses, lo cual no es producto de la casualidad. Algunas culturas precolombinas reservaban el consumo de la bebida que obtenían del grano de cacao para sus rituales religiosos. Inclusive, llegaron a usar las semillas como moneda de cambio debido al gran valor que le otorgaban.
El cacao también es noble por la originalidad que nos puede ofrecer cada tipo de grano. Ya se ha mencionado que la amplia variedad de cacaos existentes en la actualidad se resume en tres grandes tipos: forastero, criollo y trinitario. Cerca del 90% de la producción mundial pertenece a la variedad del forastero, más robusto y amargo. Este es el tipo de cacao que se presume originario de las selvas amazónicas, de allí se diseminó hacia las zonas cercanas al sur del lago de Maracaibo, en Venezuela, donde ocurrió una mutación genética que dio paso al exquisito cacao criollo, de sabores y aromas muy finos.
Es desde este origen, del grano de cacao venezolano, donde chocolates Makonnelli obtiene su carácter único. Y gracias a nuestros procesos de elaboración, de máximo respeto a la genética del grano, es que Makonnelli puede ofrecer chocolates que no dejarán a nadie indiferente por su alta calidad y sabor exquisito.
De esta manera, se garantiza satisfacer las necesidades de la más alta gastronomía, y así poder llevar al siguiente nivel las más finas creaciones de los maestros reposteros y chocolatiers que utilizan en ellas los productos Makonnelli.
